Buenos días. Son casi las nueve de la mañana y mientras hacía tiempo tumbada en cama con los ojos doloridos por la luz me ha dado por fijarme en los posters/fotos de cine/películas que hay en la pared de mi cuarto y he llegado a unas extrañas reflexiones:
¿Porqué admiramos tanto a unas personas que juegan a disfrazarse y se ganan la vida con ello? Yo también me disfrazo y actúo por carnaval y la verdad, no es para tanto.
Sé que estareis pensando que estoy loca, pero intentad comprenderlo. Primero no penseis en que os gustan porque son guapos o simpáticos o porque su pelo brilla más con espuma que bajo un casco con bombilla. Probad a olvidar que está más que aceptado que los actores son guays y deben ser aclamados y queridos casi por acuerdo no verbal con el mundo del espectador. Imaginaos a los niños de Harry Potter: Emma Watson, Daniel Radcliffe y Rupert Grint (lo siento, es lo que tengo delante, fans enfermizas del otro post, pasen por aqui). Son niños normales que de repente en vez de disfrazarse robando cosas del armario de sus padres pasan a ser disfrazados por otros. Además diciendo cuatro frases bien dichas y poniendo unas expresiones acorde con ellas ya son actores. Y a partir de ahi pasan a ir a fiestas, sesiones de fotos, entrevista, etc.
Vamos, lo que vengo a decir es porqué se da tanta importancia a unas personas que juegan a disfrazarse y encima cobran un dineral inmenso por ello (como los sueldos innecesariamente millonarios de los futbolistas) y en cambio hay trabajadores más necesarios en todo el mundo que cobran sueldos míseros.
Además, imaginaos a un juglar en plena sesión de fotos. ¿A que no pega? Pues eso mismo.
Si alguien lo entiende que me lo diga, porque me perturban las cosas que tengo en la cabeza y nadie comprende. Además de esas voces que me dicen que debo cometer varios delitos
PD: Quiero añadir que pese al contenido del post, tengo mucho respeto por los actores en general (Nicolas Cage y otros especímenes aparte), lo que no me gusta tanto es el mundo que se genera a su alrededor. He dicho.